Las flores de las brujas es una instalación artísticoetnográfica.
Una aproximación sensitiva y personal al complejo mundo de las brujas como mujeres, y de las plantas que ellas utilizan para la preparación de pociones, ungüentos y encantamientos.
En la instalación confluyen diferentes lenguajes. El visitante recibe diversos estímulos visuales, auditivos, olfativos... y mediante el sonido, los elementos vegetales, las fotografías y los textos, se establecen puentes de comunicación.
Las mujeres torturadas y condenadas a pena de muerte en Europa durante la Edad Media, acusadas de ser brujas, tenían un gran conocimiento de las plantas de su entorno.
El mítico vuelo de las brujas se atribuye al consumo de determinadas plantas tóxicas y alucinógenas, como el estramonio, la belladona o el beleño, que provocan una intensa sensación de volar.
Cuentos e imágenes de hombres o mujeres “volando” y de la transformación de personas en animales se encuentran en casi todas las culturas de la tierra y siempre estos ritos o situaciones excepcionales están relacionadas con el consumo de una planta rica en alcaloides.